Se sabía que iba a costar. Y va a costar mucho. Milán decidirá el próximo martes el primer finalista de la Liga de Campeones después que FC Barcelona e Inter hayan empatado 3-3 en un primer combate eléctrico, con estilos completamente opuestos, marcado por la efectividad italiana y la capacidad de respuesta culer. Lamine Yamal y Ferran Torres igualaron en el primer tiempo un 0-2 inicial, y en el segundo tiempo un gol en propia de Sommer tras un latigazo de Raphinha sirvió para volver a igualar un duelo que se había vuelto a poner en contra con el 2-3. El Barça es un equipo con fe, que nunca se rinde.

 

Montjuïc ha presentado la mejor entrada de la temporada, con 50.314 espectadores, pero todo se decidirá en tierras italianas. La fórmula debe ser la misma que la que se aplicó en la otra semifinal de la temporada, la de la Copa del Rey, cuando se ganó en el Metropolitano tras empatar en casa. El Barça ya sabe hacerlo.

Un primer medio minuto fatídico

Tras un mosaico y un tifo espectaculares en los instantes previos al pitido inicial, el partido ha arrancado de la peor forma para el Barça. Habían transcurrido sólo 30 segundos cuando Marcus Thuram ha hecho el 0-1 con un toque de espuela en el primer ataque interista. A pesar de la bofetada inicial, el conjunto de Hansi Flick ha reaccionado con carácter y buen fútbol, ​​siguiendo su línea de todo el curso. Ferran Torres, en dos ocasiones, ha rozado el empate.

Segunda llegada del Inter, segundo gol

El Barça atacaba, pero era el Inter quien marcaba los goles. En el minuto 21, tras un saque de esquina, Dumfries ha conectado a gol un cabezazo de Thuram. La segunda llegada de los visitantes volvía a terminar con gol, para desgracia culer. 0-2 en un partido que no merecían perder los azulgrana, y menos por dos goles de diferencia.

Recordaba el transcurso del partido a la ida de las semifinales de Copa contra el Atlético de Madrid, cuando los colchoneros también se pusieron rápidamente con un 0-2 favorable en Montjuïc. Y como ese día, ha habido reacción culer.

Centenario mágico

Tres minutos después del 0-2 visitante ha llegado un gol de museo. Lamine Yamal ha cogido el balón en la zona de tres cuartos, ha gambeteado y ha encontrado un agujero imposible para firmar el 1-2 el día de su partido 100 con el FC Barcelona. Una nueva obra de arte del '19' azulgrana, que 120 segundos después ha estado a punto de duplicar su renta con un remate al larguero prácticamente sin ángulo. Qué jugador.

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Ahora sí, gol del Tiburón

El dominio local era absoluto. Con el 0-1, con el 0-2 y también con el 1-2. El Inter, que vivía de las pérdidas de tiempo, ha visto cómo Dani Olmo lo ha probado sin éxito en dos ocasiones antes de una gran acción colectiva que supondría el 2-2 del Barça. Pedri ha visto el desmarque de Raphinha en el segundo palo, el brasileño ha peinado hacia el corazón del área y allí ha llegado a tiempo Ferran Torres para igualar el partido. Nuevo mordisco del Tiburón, de nuevo para hacer el 2-2, como en la final de Copa en La Cartuja.

El primer tiempo ha acabado con lesiones de dos jugadores importantes. Jules Kounde pidió el cambio por parte culer, dejando su puesto a Eric Garcia, mientras que Lautaro Martínez ha resistido hasta el descanso antes de ser sustituido por Taremi.

El Inter lo vuelve a hacer

Las revoluciones han descendido al inicio de la segunda mitad, que ha arrancado con un segundo cambio en las filas locales: Araujo por Gerard Martín, reubicando a Iñigo Martínez al lateral izquierdo. El primer cuarto de hora ha transitado prácticamente sin noticias, más allá de un aviso de Dimarco que se ha ido alto. El dominio culer ya no era tan evidente, y el Inter amenazaba más a menudo que en el primer tiempo al contragolpe. En una de ellas, ha forzado un córner que ha terminado en el 2-3, obra nuevamente de Dumfries. La efectividad italiana de cara a gol se estudiará en las escuelas de estadística.

Raphinha es una bestia

Como con el 1-2, el Barça ha reaccionado de forma inmediata también con el 2-3. Los hombres de Flick encajan los golpes como si nada, con una capacidad para reponerse más propia de los grandes boxeadores. Y así, en una jugada ensayada en un saque de esquina, Raphinha ha conectado un misil que se ha estrellado en el larguero antes de golpear en Sommer y entrar lentamente en la portería italiana. Justicia divina.

Pese al gol, el Barça nunca se ha sentido tan a gusto como en el primer tiempo. El Inter se había convertido en un equipo mucho más vertical, y menos defensivo, con un Thuram que lanzaba de forma magistral los contragolpes visitantes. El 3-4 no ha sido una realidad por centímetros, con supervisión del VAR incluida tras el gol de Mkhitaryan.

Un final loco

A los de Flick les quedaba un arreón final, ya con Fermín, Gavi y un recuperado Christensen sobre el campo. Con el partido enloquecido, los últimos minutos han sido culers. Lamine Yamal ha enviado un nuevo balón al larguero en un remate aparentemente defectuoso -con él nunca se sabe- y poco después Sommer ha sacado una mano milagrosa tras un nuevo misil de Raphinha.

Al final, un 3-3 eléctrico y todo por decidir en Milán. Como en las semifinales de Copa, el equipo se la jugará a domicilio tras empatar en Montjuïc.

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