El escudo
Era el escudo de la ciudad de Barcelona, embaldosado con cuatro cuartos. Arriba lucía una corona y un murciélago, y estaba rodeado por dos ramas, una de laurel y otra de palmera. Era una forma de expresar, desde buen principio, la vinculación del club con la ciudad que le vio nacer.
Este escudo estuvo vigente hasta el año 1910. Después de que Gamper salvara el club de la profunda crisis de 1908, los intentos de proporcionarle a la entidad un escudo propio y diferenciado dieron sus frutos. En 1910, el Barça convocó un concurso abierto a todos los socios que tuvieran propuestas. Ganó el dibujo de Santiago Femenia, que había jugado a fútbol en Internacional y Barça, y era socio del club. Así nació el escudo que el club ha lucido desde entonces, con pocas variaciones.
Se trata de un escudo con forma de olla que mantenía en los cuartos superiores la Creu de Sant Jordi y las cuatro barras, elementos representativos de Barcelona y Catalunya, respectivamente. En el centro del escudo, en una franja, aparecen las iniciales del club, F.C.B., y en la parte inferior los colores azul y grana con un balón de fútbol. En definitiva, un escudo que reflejaba la dimensión deportiva y la vinculación del club a la ciudad y el país.
Desde 1910, los cambios introducidos en el escudo han sido mínimos, la mayoría de carácter estético, con pequeñas modificaciones en el trazo de su perfil. Los más importantes son los que se tuvieron que hacer debido a condicionantes políticos. Con la instauración del franquismo, las siglas F.C.B. fueron sustituidas por C.F.B., en consonancia con la castellanización de la denominación del club. La dictadura también obligó a sustituir las cuatro barras del cuarto superior, que quedaron limitadas a dos, y la bandera catalana quedó eliminada del escudo. Aprovechando los actos del 50 aniversario del club, en 1949, se recuperaron las cuatro barras. Las siglas originales no se recuperaron hasta finales de 1974, de modo que el escudo volvió al contenido original de 1910.
La forma actual del escudo corresponde a la adaptación que hizo, en el año 2002, el diseñador Claret Serrahima, que se decantó por unas líneas más estilizadas, suprimió los puntos que separaban las iniciales del club, abrevió el nombre y redujo el número de puntas. Cabe decir que este escudo presenta unas líneas más sencillas, que facilitan su reproducción en todos los formatos de la identidad corporativa de la entidad.