Las claves de la Final Four de Riga

Las claves de la Final Four de Riga

La remontada en la semifinal, la libreta de Velasco contra el Sporting o el apoyo de la afición, importantes para alcanzar la cuarta Champions de la historia

El Barça de fútbol sala es el campeón de la Champions. Por cuarta vez en su historia, contra el Sporting Clube de Portugal y en Riga, una ciudad que se suma en Lleida, Bakú y Barcelona.

Unos días mágicos en la capital de Letonia, que permitieron a los de Jesús Velasco levantar al cielo el trofeo de campeón. No sin sudar de lo lindo y superar las adversidades, en una Final Four que nos deja las siguientes claves.

Una final prácticamente perfecta

El Barça fue el justo ganador de la gran final. Desde un primer momento, la libreta de Jesús Velasco funcionó y supo exponer a los suyos qué hacer para ganar. Así, el Barça no se dejó sorprender por el Sporting y su solidez, especialmente la defensiva, fue clave en el resultado final.

 

El Sporting lo intentó y creó peligro en el primer tiempo, pero tuvo muchos problemas para batir a los culés, que no se desconcentraron en ningún momento. Y es que, con la final de la pasada temporada muy presente, fueron a por todas hasta el final. Sergio Lozano y Pito pusieron el 2-0 al descanso y un gol de Ferrao nada más empezar la reanudación ya dejó muy encarado el título. Por último, Dídac, en un chut con el Sporting jugando con portero-jugador, puso la sentencia definitiva.

Creer siempre

No sólo en la final, que fue más plácida, sino sobre todo en las semifinales. Este equipo se supo rehacer de un 3-0 al descanso ante el Benfica y, en un ejercicio de confianza extrema, pudo darle la vuelta a un marcador muy adverso.

 

Matheus abrió el camino, mientras que Ferrao, con un golazo, recortó distancias con el 3-2. Un doblete de Dyego adelantó al Barça, pero Chishkala puso el 4-4 del tiempo reglamentario. Por último, en la prórroga, un gol de Adolfo a 18 segundos para los penaltis dio la clasificación para la gran final (4-5).

El MVP Dyego de las semifinales

Adolfo hizo el gol del triunfo, pero el MVP de esa semifinal fue Dyego. El brasileño, no tan incisivo en el resultado en la gran final, fue el puntal de la remontada azulgrana. Hizo un doblete, el 3-3 y el 3-4, y asistió a Adolfo para la acción que enloqueció al Barça. Un recital de Dyego en todos los efectos.

La recuperación de Ferrao, Pito y Matheus

Llegaban sin ritmo de competición, después de estar unas semanas apartados de los terrenos de juego por varias lesiones, pero los tres han tenido un papel importante en esta Final Four. Matheus llegó más justo a la cita, pero forzó para estar y pudo aportar su granito de arena. De hecho, suyo fue el primer gol de esta Final Four, el del 3-1 contra el Sporting y que inició el camino de la remontada (y por tanto de la clasificación y del posterior título).

Ferrao marcó dos grandes goles impecables, uno en la semifinal y otro en la final. Ante el Benfica, lo hizo de espuela y de espaldas, con un remate que se coló por debajo de las piernas de un defensa y acabó en el fondo de la red.

En la final, remató a la perfección un pase en largo y preciso de Ortiz, en una acción también preciosa.

Y, para acabar, Pito, que no estuvo muy acertado en las semifinales, pero que fue muy difícil de parar para la defensa del Sporting, especialmente en el 1 contra 1, e hizo el 2-0 con el que se llegó al descanso.

Una afición motivadora

Y qué decir de la afición, que desde un primer momento no dudó en apuntarse al desplazamiento y volar hacia Riga para acompañar al equipo. Más de un centenar de seguidores y seguidoras, así como una treintena de miembros de los Dracs, dieron color a la grada del Arena Riga. Un apoyo constante que, finalmente, tuvo el premio que todo el mundo deseaba: la cuarta Champions de la sección.

 

Força Barça
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