Raphinha: dos titularidades, dos MVP
El Barça, con o sin Raphinha, es un equipo muy diferente. La pasada temporada del brasileño puso de manifiesto que es uno de los mejores futbolistas del planeta, pero su importancia en los esquemas de Hansi Flick se ha hecho aún más evidente este curso. Tras la lesión que le hizo estar fuera durante nueve partidos, su regreso al equipo ha elevado el nivel competitivo de todos.
Ha vuelto por la puerta grande
Y, él, a título personal, ha vuelto cómo se marchó, con hambre, ambición y siendo decisivo. Y es que, en las dos titularidades ha sido decisivo en la victoria y se ha ganado el reconocimiento como mejor futbolista del partido. El brasileño tuvo 10 minutos ante el Athletic Club y cerca de media hora en el campo del Chelsea, pero no fue hasta el duelo ante el Alavés que Hansi Flick le vio preparado para formar parte del once inicial.
Y a Raphinha le bastó una hora de fútbol para hacer el pase clave del 1-1 de Lamine Yamal -que no le cuenta como asistencia por un ligero toque de Lewandowski-, asistir a Dani Olmo en el 2-1 y contagiar a todos sus compañeros el espíritu competitivo de un capitán que predica con el ejemplo.
Ídolo en Montjuïc, y ahora también en el Spotify Camp Nou
Es una fuente inagotable de tirar desmarques, ofrecer opciones, liderar la presión y generar peligro. Es un futbolista único. Contra el Alavés, pese a ser cambiado en el 60, fue designado el MVP del partido y se marchó coreado por un Spotify Camp Nou con el que se ha reconciliado durante su estancia en Montjuïc. Cuando había jugado, hacía más de dos años, generaba dudas. Ahora, es un ídolo. Y, para muestra, dos botones.
Porque, sólo tres días después, volvió a ser el hombre más destacado del gran triunfo culer contra el Atlético de Madrid. Las cosas no empezaron bien con el gol de Baena, pero apareció el crack más trabajador del planeta. Raphinha tiró el enésimo desmarque y Pedri, obviamente, le dejó solo ante Oblak. Recorte y gol a placer para empatar. Antes y después del gol, Raphinha se hartó de presionar, correr y morder, y su energía conectó a sus compañeros y la afición, enloquecida con el futbolista. Al final, MVP, remontada, más líderes y la consagración de la que Raphinha, y el Barça, han vuelto.