Ruiz, un hombre de la casa que hacía cuatro años que dirigía el equipo Juvenil, consiguió buenos resultados en su corta estancia al frente del equipo. En los dos meses y catorce partidos que estuvo en el banquillo hizo un papel muy digno: ocho victorias, cuatro empates y dos derrotas, con 36 goles a favor y 14 en contra.

Finalmente, dejó paso de nuevo a Marinus Michels, que comenzaba así su segunda etapa como técnico del FC Barcelona. Por su parte, la temporada 1976/77 Laureano Ruiz volvió a su tarea habitual con los jóvenes futbolistas.

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