El FC Barcelona ha participado en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) en un acto cargado de emotividad y significado histórico. Este año, Barcelona es la Ciudad Invitada de Honor de la 39ª edición de la FIL, la feria literaria más relevante del mundo hispanohablante, que se celebra del 29 de noviembre al 7 de diciembre. Bajo esta condición, la capital catalana presenta un programa multidisciplinar que va más allá de la literatura e incluye artes visuales, gastronomía, música y otras expresiones culturales, un marco excepcional que ha permitido proyectar internacionalmente el talento y la cultura de la ciudad.

En este contexto, y bajo el título “De cómo México salvó al Barça”, la vicepresidenta institucional Elena Fort ha anunciado que el Club trabaja en un homenaje oficial a México, que podría materializarse en forma de escultura u obra artística permanente en el Spotify Camp Nou, como reconocimiento público a un país que desempeñó un papel determinante en la supervivencia del Barça durante la Guerra Civil Española.

“Queremos rendir un homenaje público a México. El pueblo mexicano salvó al Barça”, afirmó Fort ante un auditorio lleno, en el marco de la presentación del libro 1937: el Barça en México, del periodista y escritor Frederic Porta.

Un episodio esencial para entender qué significa “Más que un club”

El acto permitió recuperar una de las páginas más decisivas de la historia del FC Barcelona. En 1937, con la Guerra Civil avanzando y el Club en riesgo real de desaparición —arrastrando un déficit de 170.000 pesetas, con bienes confiscados y bajo la mirada punitiva del régimen franquista—, el gobierno mexicano presidido por Lázaro Cárdenas intervino para ayudar al Barça a sobrevivir.

Cárdenas, a través del cónsul Alejandro Gómez Maganda, impulsó y facilitó una gira del FC Barcelona por México, que incluía diez partidos en el país y cuatro más en Estados Unidos. La operación, gestionada por el empresario catalán afincado en México Manuel Mas Serrano, fue clave:
el Club ingresó 15.000 dólares netos, equivalentes a 500.000 pesetas, una cantidad decisiva para evitar la desaparición y garantizar su continuidad.

El episodio es, aún hoy, un símbolo de la relación histórica entre el Barça y el catalanismo: un Club que, desde inicios del siglo XX, había vinculado su destino a los sectores más activos y culturales de la sociedad catalana, encontró en México un aliado internacional que entendió ese valor y decidió protegerlo.

Un vínculo que perdura

Fort destacó que este gesto no solo salvó al Club, sino que forjó una relación emocional y cultural que perdura más de ocho décadas después. Algunos jugadores incluso se establecieron en el país, como el portero Pepe Iborra, que abrió una agencia de turismo en Puebla.

“El Barça transmite valores, sentimientos y catalanidad. Estar hoy aquí, en México, compartiendo esta historia, es un honor para el Club”, concluyó Fort.

El Barça, invitado de honor en un espacio de memoria y cultura

La participación del FC Barcelona dentro del programa oficial de Barcelona como Ciudad Invitada de Honor ha permitido explicar este capítulo clave ante un público internacional, poniendo de relieve que la historia del Club no puede entenderse sin la solidaridad mexicana.

El acto fue también una celebración del libro de Frederic Porta, que con rigor histórico explica cómo México se convirtió en refugio y salvavidas para muchos catalanes y para el FC Barcelona en particular.

Un homenaje pendiente que avanza

El Club ya trabaja con las autoridades mexicanas para definir el formato del reconocimiento. La propuesta de una escultura u obra artística en el Spotify Camp Nou busca convertir este agradecimiento en un símbolo permanente y visible para todas las generaciones culés.

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