No digas Ansu Fati, di gol
Sigue la historia de amor entre Ansu Fati y el gol. De hecho, parece ser un romance que perdurará siempre. Ansu Fati tiene el gol en las venas, huele la sangre y detecta las zonas de peligro. En Benito Villamarín, 115 días después de su último gol, Ansu volvió a demostrar su olfato y abrió la lata cuando sólo llevaba 75 segundos sobre el césped.
Corría el minuto 74 cuando, sin que ninguno de los dos equipos pudiera romper el cero que iluminaba el marcador del Benito Villamarín, Ansu Fati ha entrado en el campo. Sólo un minuto y 15 segundos después, un gran control y una definición ajustada al palo han servido para dar ventaja al Barça y confirmar una vez más lo que todo el mundo sabe: Ansu Fati es sinónimo de gol.
Es imposible de explicar, no encontraremos argumentos más allá de sus datos, pero Ansu y el gol mantienen un romance que no se acaba. En una temporada en la que las lesiones le han privado de ser protagonista y le han obligado a ver desde la grada la mayoría de los partidos del conjunto azulgrana, los goles de Ansu después de sus recuperaciones se están convirtiendo en un ritual.
Tras romperse la rodilla hace más de un año, el esperado regreso de Ansu, ya con el '10' en la espalda, fue ante el Levante en el Camp Nou en la séptima jornada de Liga, teniendo tiempo de anotar un golazo en los instantes finales y de firmar una celebración icónica. Cuando volvió a la titularidad tampoco falló: el Valencia aguantó sólo 13 minutos antes de ver cómo Fati encontraba el arco.
A pesar de volver a anotar en la jornada siguiente, la mala suerte volvió a aliarse con Ansu y una nueva lesión le dejó fuera de combate. Más de dos meses después, Ansu reapareció con la camiseta azulgrana ante el Real Madrid en la Supercopa de España para anotar un gol decisivo, lo que hasta la fecha había sido su último con el escudo del Barça.
Una nueva lesión golpeó al '10', que disfrutó de unos minutos en el Camp Nou ante el Mallorca y que ante el Betis ha vuelto a exhibir la mejor de sus sonrisas viendo portería 115 días después y haciéndolo sólo a los 75 segundos de saltar en el césped.
¡Que siga la fiesta, Ansu!