Los pioneros del Barça Atlético

Los pioneros del Barça Atlético

Las primeras generaciones del Barcelona Atlético dejaron jugadores que después se consolidaron en el primer equipo como 'Tente' Sánchez, Olmo, Carrasco, Martínez, Clos, Salva, Rojo, Calderé, Pedraza, Busquets, Ferrer o Amor

La fusión entre el Condal y el Atlético Cataluña dio vida al Barcelona Atlético el 12 de junio de 1970. Era una apuesta decidida de la directiva de Agustí Montal para que el Barça tuviera un equipo filial potente, verdadero vivero del primer equipo. Sin duda que Vic Buckingam, entrenador del primer equipo, tuvo mucho que ver en esta decisión con la elaboración de un informe dirigido al presidente en el que aconsejaba la fusión de los dos equipos. A pesar de la condición de filial, el nuevo club tenía personalidad jurídica propia, con Pere Viladomiu como primer presidente. De hecho, en su primer discurso a la plantilla del Barça Atlético, el 4 de agosto de 1970, les dijo a los jugadores que "ser el vivero del 'Barça' y el ascenso" eran los "dos objetivos a cumplir".

El nuevo equipo comenzó a competir en la Tercera División, aprovechando la plaza que había ocupado el Condal. Jugaba en el campo de la Fabra i Coats, y su primer entrenador fue Josep Seguer, antiguo jugador del primer equipo. Los primeros éxitos se produjeron con Lluís Aloy en el banquillo, haciendo realidad dos ascensos consecutivos y situando el equipo en la Segunda División tras quedar campeón del Grupo 3 de Tercera División por delante del Mestalla y el Girona, cuando presidía el club Ferran Ariño. Entre los jugadores del equipo que hicieron realidad el ascenso a Segunda División cabe destacar Antoni Olmo, que llegaría a ser capitán del primer equipo, 'Tente' Sánchez, también de larga trayectoria en el primer equipo, y Carrasco, los tres de gran proyección posterior en el club e internacionales.

Precisamente, 'Tente' Sánchez y Carrasco fueron titulares en la final de la Recopa de 1979 que el Barça ganó en Basilea ante el Fortuna Düsseldorf (4-3). Es más, Sánchez firmó el 1-0 en el minuto 5 de partido. Sánchez y Carrasco también fueron titulares en la segunda Recopa que el Barça ganó en 1982 en el Camp Nou contra el Standard de Lieja (2-1). "Hay un antes y un después de Basilea. La comunión con la afición fue excepcional. Yo no lo había visto nunca y nunca lo he vuelto a ver. Nunca se había visto un desplazamiento de aficionados igual en Europa. Ni un ambiente de fiesta tan grande. Fue una maravilla. Como sería, que cuando terminó el partido llamaron a la puerta y entró, en medio de nuestra fiesta... ¡El presidente del Real Madrid! Luís de Carlos había asistido al partido como representante de la Federación Española y nos vino a felicitar. Nos quedamos de piedra, pero se lo agradecimos muchísimo. Fue un gesto extraordinario, de un gran deportista. El deporte debería ser así", explica 'Tente' Sánchez en una entrevista a la Agrupació Barça Jugadors.

7- Barça At. 81-82

L'era d'Antoni Torres a la banqueta

De la temporada 1977/78 a 1981/82, el equipo compitió en Segunda B, logrando nuevamente el ascenso a Segunda División con Antoni Torres en el banquillo, superando en la clasificación al Palencia, y con una alienación en la que figuraban jugadores como Gratacós, Martínez, Clos, Rojo y Salva. Los tres últimos no sólo llegaron al primer equipo sino que fueron internacionales. De esta hornada, Clos, Rojo y Salva formaron parte del Barça de Terry Venables que se proclamó campeón de Liga la temporada 1984/85. Clos sólo jugó tres partidos con la selección española pero su gol contra Escocia en el estadio Sánchez Pizjuán de Sevilla fue decisivo para la clasificación de España para el Mundial de México 1986. "Llegar al Barça B era, en aquel momento, la meta máxima de cualquier jugador de la Masía. Manolo y Moratalla abrieron el camino para mi llegada junto con Salva y Rojo", explica Paco Clos en el reportaje Historias del Mini elaborado por el FC Barcelona.

ROJO

Salva, por su parte, disputó la final de la Eurocopa 1984 que España perdió ante Francia, mientras que Rojo fue uno de los mejores en el Mundial Sub-20 de Japón de 1979 en el que Maradona fue elegido el mejor jugador. Clos y Rojo fueron una apuesta personal de César Luis Menotti en una época en la que los jugadores del Barça Atlético aún compaginaban muchos de ellos el fútbol con otros trabajos. Rojo, sin ir más lejos, trabajaba durante su etapa en el filial en la SEAT de Martorell. "En aquella época yo me levantaba a las cinco de la mañana y me iba a trabajar a la SEAT. A las dos de la tarde salía, comía un bocadillo y me iba a entrenar. Hasta que un día decidí pedir una excedencia en el trabajo de tres años y probar suerte. Al poco tiempo de hacerlo, destituyeron a Udo Lattek y llegó Menotti y en la primera rueda de prensa que hace pregunta por mí por qué me había visto jugar en el Mundial de Japón. Los periodistas le respondieron que yo estaba en el Barça Atlético. Ese mismo día, por la tarde, ya empecé a entrenar con el primer equipo", explica Rojo al que, desgraciadamente, una lesión de rodilla truncó su carrera.

La inauguración del Miniestadi

Los años ochenta fueron una etapa dorada, prolongada durante siete temporadas, en las que con Antoni Torres, Joan Martínez Vilaseca y Lluís Pujol en el banquillo el equipo brilló manteniendo con tranquilidad la categoría. De hecho, el ascenso a la Segunda División coincidió con la inauguración del Miniestadi el 23 septiembre de 1982, convirtiéndose en el nuevo campo del equipo, con una capacidad para 15.276 espectadores, que dejaba atrás la Fabra i Coats. En el Mini destacaron en aquellos años jugadores como Ramón María Calderé, Ángel Pedraza (el primer jugador formado en la Masía que debutó en el primer equipo), el 'Chapi' Ferrer, Guillermo Amor, Milla, el portero Carles Busquets, y otros como Fradera, Carreras, Jordi Roura o Vinyals, habituales de aquel equipo.

De hecho, unos años después, el Barça de Johan Cruyff ganaba la primera Copa de Europa de la historia del Club, en Wembley, contra la Sampdoria, con los jugadores de la cantera, Ferrer y Guardiola, en el equipo titular. Guillermo Amor se perdió aquella mítica final por sanción. La vio en la grada acompañado por otro jugador de la cantera que se quedó fuera de la convocatoria: Cristóbal Parralo. Carles Busquets, otro jugador de la casa, fue el portero suplente de Andoni Zubizarreta en Wembley en una demostración evidente de la importancia que empezaba a tener la Masía para Johan Cruyff.

La cíclica renovación del plantel de jugadores precipitó inicialmente el descenso del filial a la Segunda División B la temporada 1988/89, pero en sólo dos campañas se recuperó la categoría, con Quique Costas en el banquillo. Comenzaba entonces una nueva etapa, que coincidió con el cambio de nombre, porque la Ley del Deporte de 1990 obligó a los equipos filiales a formar parte orgánica de sus clubes, por lo que la nueva denominación fue inicialmente Barcelona Promesas, y definitivamente Barcelona B.

Força Barça
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