Los mejores en ataque y en defensa

Este sábado arrancan los play-off de la Liga Nacional de Hockey Hielo. El Barça, el flamante campeón de la fase regular, se enfrentará al Puigcerdà en unas semifinales que se esperan que sean de infarto.

Aun así, es indudable que los azulgrana llegan con la condición de favoritos, después de que hayan mostrado su superioridad en la primera fase. En 16 jornadas -en las que el Barça sumó 12 victorias, tres de ellas en la prórroga-, los de Marcus Fajardo anotaron 77 dianas, mientras que sólo encajaron 50 goles. Dicho de otro modo: el Barça ha sido el equipo más goleador y el menos goleado.

El Pichichi es azulgrana

Cabe destacar, que 23 de estos goles han llegado del stick de Oriol Rubio, el máximo anotador de la LNHH -con seis de margen sobre el jugador del Txuri Luis Giménez. A esta efectividad, hay que añadirle las 13 asistencias que repartió el mayor de los Rubio, algunas de las cuales han servido para que su hermano pequeño, Òscar, haya llegado a la cifra de once goles -tercer máximo anotador del Barça, justo por debajo de Alejandro Carbonell que ha anotado 13.

De hecho, es la tercera temporada que Oriol Rubio acaba la fase regular como máximo anotador culer. La pasada campaña, la dupla de los hermanos Rubio acabó firmando 23 goles, 12 del mayor -máximo anotador culer- y 11 del pequeño. Mientras que la 2017/2018, el de 21 años sumaría 14 goles en quince apariciones (empatando con Marcus Wallmark quien disputaría 18 partidos).

La portería: un seguro de vida

El otra pilar fundamental del Barça de este año es la fortaleza bajo palos. Un aspecto fundamental para que el juego ofensivo pueda ser más fluido, más agresivo y, en consecuencia, más efectivo.

Hasta ahora, el Barça sólo ha encajado 50 goles, tres menos que el Txuri Urdin. Es decir, los de Marcus Fajardo han terminado con una diferencia de goles de +27, la mejor de la liga.

En cuanto a los porteros, David Rubio se ha convertido en un muro, concediendo sólo 34 goles en 13 jornadas. Más concretamente, Ros ha encajado un gol cada 21 montones, lo que significa que el portero azulgrana recibe menos de 3 goles por partido (2,86).

Todo ello hace que hoy por hoy el Barça parta como el gran favorito para los play-off, aunque la prudencia sigue siendo uno de los mensajes que invade el vestuario azulgrana: "todavía no hemos hecho nada", asegura Fajardo.