75 años del debut de César con el Barça

Este miércoles 9 de julio se cumple el 75º aniversario del debut de César Rodríguez con la camiseta azulgrana, que tuvo lugar el 9 de julio de 1939 en el campo de Les Corts, en un partido amistoso ante el Alavés.

El legendario delantero César, que con el tiempo sería popularmente conocido como 'el Pelucas', era entonces un jovencito de 19 años que había llegado hacía pocos días de su León natal. Había sido descubierto por Joan Font, un antiguo jugador del Barça y del Sabadell que había combatido en el ejército republicano en la Guerra Civil y que había estado en un campo de prisioneros en la capital castellana.

Primer partido y primer gol

Después de unos pocos entrenamientos César vivió su primer partido con el Barça. La cita era el 9 de julio en el campo de Les Corts ante el Alavés, el 9 de julio de 1939, en el campo de Les Corts. El Barça jugó con un equipo muy heterogéneo que incluía jugadores dejados por otros clubes: Pérez; Babot, Melenchón; Muñoz, Franco, Bordoy; Domènech, Trujillo, César, Estrada y Labrador. En la segunda parte entraron Muñoz, Herrerita y Pacoví por Franco, César y Labrador. El equipo vitoriano, mucho más conjuntado, ganó por 2-4, con los goles azulgranas marcados por César y Domènech. A pesar de los lógicos nervios del principiante, el jugador leonés disputó 45 minutos muy meritorios. Así, en la prensa de la época se pudo leer: "El joven César es un delantero de gran futuro". Realmente la frase no podía ser más acertada.

Y un mitin obligado

Durante el verano de 1939, con la guerra terminada hacía pocos meses, cada partido amistoso del Barça en Les Corts tenía que ser obligatoriamente un acto de afirmación fascista. Ese día no fue menos y el público tuvo que escuchar las palabras de dos personajes significados del nuevo régimen franquista, como eran el poeta falangista Ernesto Giménez Caballero y el capitán Manuel Brabo Montero.

Paso fugaz y cesiones antes del éxito

Tras este debut César jugó más amistosos con el Barça, donde demostró su capacidad goleadora e incluso disputó el Campeonato de Catalunya 1939/40, el último que se jugó en la historia. Sin embargo, en noviembre de 1939, antes del inicio de la Liga, fue cedido al Sabadell para el resto de temporada y los años 1940-42 jugó en Granada. Cuando volvió a Barcelona ya se quedó definitivamente en el equipo azulgrana, donde dejaría una huella legendaria hasta 1955 con sus inverosímiles remates de cabeza y sus 301 goles en 433 partidos.