El miércoles 11 de mayo del 2011 el Barça se proclama campeón de Liga por 21ª vez en su historia. Un confeti que llegó a la finalización del partido ante el Levante. En el Ciudad de Valencia, el elenco de Josep Guardiola logró el empate necesario (1-1) para alzar el trofeo del torneo regular.
Aquella noche del miércoles, el Barça presentó la siguiente alineación: Valdés, Dani Alves, Mascherano, Piqué, Abidal (Fontàs), Busquets, Xavi, Keita, David Villa (Pedro), Messi y Afellay.
Seydou Keita, de cabeza y tras un pase de Xavi Hernández, inició el camino hacia la gloria. La posesión de los barcelonistas, basada en 1051 pases, parecía amarrar el triunfo. De hecho, fue una posesión de récord; porque tuvo el balón un 84% del tiempo en el campo del Levante. Un dato que, 326 partidos después, en el debut de Quique Setién como técnico culé volvería a relucir; el Barça firmó su mejor estadística de posesión des de este partido del 11 de mayo del 2011.
Pero, volviendo al encuentro de hace nueve años, Caicedo, a cinco minutos para la finalización de la primera parte, situaba el empate a uno. Un resultado que no se movería más, a pesar de la insistencia catalana para tumbar el muro defensivo local. No importó que no se cantara un gol más, porque el Barça, a falta de dos jornadas para la conclusión, se alzó con un nuevo título de Liga en el campo del Levante; como ya había hecho en el curso 2004/05.
Cabe decir también que aquella competición regular estuvo marcada por la pugna intensa con el Real Madrid. A la finalización de todas las jornadas, el Barça sumaría 4 puntos más que el conjunto entrenado por Mourinho. Y es que ese conjunto histórico, con nombres como Iniesta, Xavi, Valdés, Alves o Messi, dejó encuentros y resultados para la historia, como el 5-0 ante el mismo Madrid en el Camp Nou.
Un camino para enmarcar
La tercera Liga consecutiva del equipo de Josep Guardiola también conllevó una serie de récords. Los culés lograron 16 victorias consecutivas y, de este modo, batieron el récord de 15 del Real Madrid de Di Stéfano de la 1960/61. Además, construyeron una estratosférica racha de 31 partidos seguidos sin perder en el torneo. Una imbatibilidad que años más tarde, el mismo Barça superaría y dejaría en 43 encuentros. Sin duda, la hegemonía azulgrana en Liga en los últimos no es casualidad: ocho títulos ligueros en los últimos 11 años.
