Víctor Tomàs, pasión eterna
Que Víctor Tomàs era leyenda era algo irrefutable. Pero este miércoles, el histórico número '8' del Barça de balonmano ha superado este adjetivo y ha pasado a formar parte de la categoría 'eterno'.
Y es que, por fin, ha podido dar por terminada la maravillosa etapa que vivió entre 1998 y 2020. Por fin, ha podido despedirse de la afición que tanto ha amado, vestido con la primera equipación y los colores que tan bien ha defendido. Por fin, una leyenda como Víctor Tomàs ha visto como su carrera, su liderazgo, su carisma o su juego estarán siempre presentes en el Palau Blaugrana. Porque, después de que en febrero del 2020 se viera obligado a anunciar su retirada apresurada por un problema cardíaco, justo antes del inicio de la pandemia, este miércoles, por fin, la camiseta con el '8' de Víctor Tomàs ya cuelga para siempre del cielo del Palau Blaugrana.
Un acto emotivo, conducido por el periodista Eloi Vila, que ha comenzado con una proyección de vídeos, luces y fuegos, mientras una locución hecha por los hijos de Víctor Tomàs, Luka y Mia, ha resonado por los altavoz del Palau. Todo esto antes de la entrada del protagonista, que siempre destacó por su pasión, por su liderazgo dentro y fuera de la pista y por su barcelonismo. Un jugador que pasó a formar parte de la plantilla del primer equipo en la temporada 2002/03, después de entrar en las categorías inferiores en 1998, y que fue capitán durante 8 años, desde 2012 hasta 2020.
Así, como no podía ser de otra forma, Tomàs ha sido recibido con todos los honores, en medio de un pasillo hecho por los integrantes del primer equipo del Barça de balonmano, pero también por otros excompañeros de vestuario como Saric, Juanin García, Noddesbo, Salva Puig o Nagy.
En representación del Barça, el actual capitán del equipo, Gonzalo Pérez de Vargas, y Dika Mem han entregado a Víctor Tomàs un cuadro y un brazalete de capitán. Además, sus excompañeros le han regalado una foto con todos sus títulos, un total de 69, que seguro que guardará para siempre
“Las circunstancias de mi retirada fueron las que fueron, pero yo quería retirarme vistiendo la camiseta del Barça. Y aquí estoy, muy feliz y contento”, ha declarado un Víctor Tomàs que no ha podido contener las lágrimas de emoción.
Porque sabía lo que vendría a continuación, el momento que llevaba tanto tiempo esperando. La entrada de su mujer, Hege, de sus hijos, Luka y Mia, y de sus padres, Montserrat y Carles, ha ido acompañada de un pulsador mágico, que ha cogido todo el protagonismo. Y es que, después de una cuenta hacia adelante del 1 al 8, por fin se ha destapado la camiseta, que ya luce junto a las otras 13 leyendas eternas del Club.
Como ahora lo es él, un Víctor Tomàs que no ha querido irse sin un último adiós a su gente, a su afición, la que tanto cariño le ha mostrado siempre. “Este brazalete siempre ha sido una gran responsabilidad. He intentado siempre lucirlo y honrarlo como merece. Os llevaré siempre en el corazón". Palabras de alguien que siempre fue, es y será pasión eterna. ¡Gracias por tanto, Víctor!