El récord de los 81 quilos y una era

El récord de los 81 quilos y una era

Este septiembre hace 47 años del último récord de España de 3.000m batido en una pista de ceniza, conseguido por Vicente Egido, actual director técnico del Barça de atletismo

Pesaba 81 quilos cuando batió ese record, aunque afirma que “era todo músculo”. Un cuerpo que estaba muy lejos de los que vemos hoy en día por la televisión en las pruebas de fondo o medio fondo. “Han cambiado mucho las cosas, ahora todo es diferente” afirma el protagonista de esta historia, Vicente Egido, actual director técnico de la sección de atletismo del Barça (cargo que ostenta des de 1999) y el último atleta en batir el récord de España de 3.000m en una pista de ceniza.

“¡Vaya si se notaba la ceniza! No es como ahora con el tartán que te ayuda y te impulsa… A mi no me pasaba mucho porque pegaba unos brincos importantes, pero cuando teníamos que saltar la ría, si te mojabas los pies, la ceniza pasaba a convertirse en barro y los zapatos empezaban a pesar”, recuerda Egido. Una historia, la del salmantino, llena de éxitos y que siempre ha estado atada al club azulgrana.

“En el Barça empecé a trabajar en noviembre del 1969, entonces ya llevaba más de un año viviendo en Barcelona, después de que Gregorio Rojo, mi entrenador, me fichara para la sección”. Su entrada como trabajador del club, hace más de 50 años, llegó tras recibir una oferta del Real Madrid -que entonces también tenía sección de atletismo. “Yo no quería irme, allí me ponían un piso, pero yo quería quedarme. Pedí si me podían dar un trabajo y así fue. Desde entonces siempre he estado vinculado al Barça: ya fuera como atleta, como entrenador o como empleado”, apunta el director técnico del atletismo azulgrana.

Riazor, el último record

En su momento de mayor apogeo, Egido pudo batir el récord de España de su especialidad: los 3.000m. Ese mismo año conseguía su tercer título de campeón de España (1969, 1971 y 1973), que se sumaba al de campeón nacional júnior conseguido en 1966 y a los tres de campeón de Cataluña absoluto que ya ostentaba (19968, 1969, 1971).

El 3.000m seguía siendo mucho menos de lo que Egido tenía que recorrer cada mañana para ir a su instituto. Concretamente, una distancia de siete mil metros menos. “Un día me robaron la bicicleta y tuve que ir corriendo para no llegar tarde. Des de entonces iba cada día corriendo al instituto”, recuerda entre risas el de 71 años.

La carrera, disputada en Riazor, estuvo siempre dominada por el de Villares de la Reina que tiró delante, seguido del italiano Franco Fava. El cronómetro se paró en un tiempo de 8:32:6, dejando una nueva mejor marca española de la historia en esa distancia y siendo la última que se consiguió en una pista de ceniza. El final de una era.

“¿Qué si ha cambiado todo? ¡Madre mía! Yo recuerdo que bajaba cada mañana corriendo des de Sant Joan Despí hasta el Camp Nou. Entonces el primer equipo entrenaba a las 10 y yo llegaba antes. Allí me encontraba con Cruyff que iba un rato antes a correr. Yo daba 15 vueltas al campo y a la ducha. Él me llamaba “correcaminos”. Era justo cuando ellos empezaban a entrenar. Después pasabas por el bar de la pista de hielo y te podías encontrar a todo el mundo y charlabas. Vaya si ha cambiado todo”, afirma un nostálgico Egido.

Cuarenta y siete años después de ese récord, y a pesar de todos los cambios y modernizaciones que ha vivido el mundo del atletismo y el propio club, el director técnico culé sigue manteniendo dos cosas de esa época: la pasión por su deporte y por el Barça, algo que, a diferencia del atletismo, según él, no cambiará.

Força Barça
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