Robert Martínez:

Robert Martínez: "Quiero jugadores que siempre aporten cosas a mi idea de juego"

El técnico catalán, actual seleccionador de Bélgica, ha impartido la videoconferencia titulada "Identidad de juego. Cómo se crea y qué espacio puede dejar al comportamiento naturalizado del jugador", organizada y moderada por el Área de Metodología, a los técnicos del fútbol formativo azulgrana

Es catalán. Nacido en Balaguer hace 46 años y desde el mes de agosto de 2016 es el seleccionador de Bélgica, el actual número 1 del ranking mundial FIFA por delante de Francia y Brasil. Le suelen definir en muchas entrevistas como un estratega muy trabajador pero él siempre asegura que su referente es el amor por la posesión de la pelota que aportó Johan Cruyff en el mundo del fútbol. Así es Robert Martínez. Un técnico hecho en Cataluña pero de dimensión internacional que ha impartido la videoconferencia titulada "Identidad de juego. Cómo se crea y qué espacio puede dejar al comportamiento naturalizado del jugador", organizada y moderada por el Área de Metodología, a los entrenadores, secretarios técnicos, escouts, analistas y preparadores físicos (más de 200 profesionales) de la Masía.

Robert Martínez ha comenzado su charla remontándose a sus orígenes como jugador. De su etapa en el Wigan Athletic, Motherwell, Walsall, Swansea y Chester donde sufrió por su técnica en un fútbol basado en el juego directo por la influencia del rugby. "En Inglaterra, el jugador siempre hacía lo que le decía el entrenador. Era su manera de entender los entrenamientos y los partidos. Pero a mí no me gusta ser un entrenador policía. Yo siempre les digo a mis jugadores lo mismo: 'No hagas lo que yo te digo, haz lo que el equipo necesita que hagas para tener éxito. Quiero jugadores que siempre aporten cosas a mi idea de juego".

A partir de esta frase, toda una declaración de intenciones, ha construido Robert Martínez su discurso en una charla apasionante en la que ha repasado su trayectoria que comenzó como entrenador jugador en el Swansea City y siguió en los banquillos del Wigan Athletic y Everton hasta llegar a la selección de Bélgica en 2016. Robert Martínez tiene en su currículum haber sido el entrenador capaz de convencer la anticuada Inglaterra, inventora de un fútbol que durante más de un siglo no se movió del estereotipo ancestral de la pelota larga y el balón a la olla, que el juego de posición y de combinación era una fórmula válida, también en la competida Premier League. Él fue el pionero que abrió la puerta al resto de entrenadores discípulos de Cruyff.

El técnico catalán ha desvelado como Bélgica, un país de once millones de habitantes, ha seguido en los últimos 12 años un exhaustivo plan de formación de jóvenes talentos que ha desembocado en una generación extraordinaria de futbolistas formada por Kevin de Bruyne, Eden Hazard, Dries Mertens o Moussa Dembélé entre otros: "En la selección belga hemos entendido que todos debemos hablar un mismo idioma. Ahora todos entendemos el fútbol de una misma manera en una selección mestiza que combina la fuerza de los jugadores de origen africano, la técnica de los jugadores francófonos y la calidad y la capacidad defensiva de los flamencos. Todo este conglomerado  nos deja una selección de carácter ofensivo, formada por futbolistas preferentemente técnicos, en la que nos gusta tener el balón y apostar por un 4-2-3-1 o un 4-3-3, y donde todo el mundo sabe que tiene que trabajar en defensa".

Un 'decision maker'

Robert Martínez se ha definido como un 'decision maker'. "No soy un líder. Soy la persona que toma la decisión final después de tener todos los elementos de juicio. Y soy, además, un técnico al que le gusta mejorar la calidad excepcional que tienen su jugadores. Es decir, si tengo un futbolista que tiene un buen uno contra uno, mi trabajo es el de ayudarle a mejorar su efectividad y, sobre todo, el momento y donde se debe jugar este uno contra uno. Si él mejora, lo hace todo el equipo", apunta.

Sobre la identidad de juego, lo tiene muy claro: "Mi idea de juego es una, eso es evidente, mi estilo es el de Johan Cruyff, el de tener el balón, pero soy consciente que un entrenador debe adaptar esta idea al tipo de jugadores que tiene y el Club o la selección al que está entrenando", ha argumentado a los técnicos azulgranas presentes en la videoconferencia antes de hacer referencia a uno de los momentos claves de la dinámica del grupo: la pretemporada. "Es allí cuando cojo uno por uno a mis jugadores y les digo: 'Mira, esta es mi idea de juego, ahora intenta enseñarme qué puedes aportar tú al equipo. El éxito de un equipo de alto rendimiento se basa en que cada uno tenga muy claro cuál es su rol, en una actitud positiva en la que todo el mundo sabe lo que tiene que hacer por el equipo y en unas evidentes ganas de mejora en cada entrenamiento. Y, por último, y muy importante, el jugador debe sentir que tiene libertad para poder tomar decisiones ", concluye el líder de la selección número 1 del ranking FIFA: Bélgica. Un catalán de dimensión internacional.

Força Barça
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