Jordi Ribera: “Es crucial preparar a los jugadores de la base para el primer equipo”

Jordi Ribera, actual seleccionador español de balonmano, ha impartido la videoconferencia titulada “La influencia del entrenador en el proyecto deportivo”, organizada y moderada por el Área de Metodología del FC Barcelona, en colaboración con la Barça Academy, a los entrenadores, secretarios técnicos, escouts, analistas y preparadores físicos (más de 200 profesionales) de la Masía. Una charla interesante en la que ha explicado cómo fue su proyecto deportivo al frente de la selección de Brasil, del  2012 al 2016,  y cómo es en la actualidad la gestión de la selección española a la que dirige desde el año 2016. Dos proyectos diferentes pero con un mismo denominador común: la apuesta, como sucede en la Masía, por la formación y la juventud. La búsqueda permanente de la identidad común. “Es crucial preparar los jugadores de la base pare el primer equipo”, ha asegurado.

Jordi Ribera, catalán nacido en Sarrià de Ter hace 57 años, vive para el balonmano. Dirigió a la selección de Brasil en dos etapas distintas. Y demostró que además de ser un entrenador era también un profesor. Visitó 23 de los 27 estados de Brasil y logró reunir a un equipo de personas que rápidamente compartieron su visión del balonmano basada en el trabajo de formación en la base. No descansaba. Cuando regresaba a España observaba a sus pupilos en la Liga Asobal. El fruto de su trabajo se vio reflejado al clasificar a Brasil a los primeros JJOO de su historia, Pekín 2008, donde obtuvo, además, su mejor clasificación: séptimo. Con la selección española, con los llamados Hispanos, Jordi Ribera ha logrado la medalla de oro en los Europeos de Croacia (2018) y Austria-Suecia-Noruega (2020). Y todo ello sin renunciar nunca a su filosofía: “Lo más importante es que las categorías inferiores jueguen de acuerdo con el modelo de equipo senior. Se trata de todos los segmentos del juego, ataque, defensa, contraataque, portería. Con este modelo de trabajo, los preparamos para los roles adecuados en el primer equipo, después de completar la etapa en las selecciones junior. Todos deben comprometerse a lograr el mismo objetivo, maximizar cuando más se necesita”. Una filosofía que encaja, perfectamente, con la línea que se sigue en la Masía.

Una filosofía, la de la Masía, que él defiende y anima a continuar ya que se asemeja al plan de trabajo que instaló en la Federación Española de Balonmano desde su llegada en el año 2016: “Está claro que en la Liga Asobal están entrando jugadores jóvenes por el cambio de estructura que está teniendo y el flujo de jugadores que se van fuera. Eso está provocando que jugadores que hace tres o cuatro años no se les veía ahora han evolucionado rápidamente. Desde el 2016 trabajamos con grupos de 70 chicos. Hacemos dos actividades al año, en febrero y septiembre. Y ahora sí que puede ser muy difícil que en los próximos años haya un jugador en la selección que no haya estado participando en alguna de las actividades. De hecho, en estos momentos, los juveniles ya son parte de este proyecto que se inició en el CAR (Centro de Alto Rendimiento) de Granada. Así que si sale uno, entra otro que ya ha formado parte de ese proyecto, no alguien que aparece de la nada”.

Ribera considera que ser internacional en las categorías inferiores es un privilegio. Igual que formar parte de la Masía del FC Barcelona. “Lo más importante es disfrutar siempre del momento. Un día en el CAR de Granada, con las selecciones inferiores, es de disfrute. Un entrenamiento con la selección, igual. A los chicos siempre les digo: estar en la selección no es algo normal. Y si vosotros no lo entendéis como algo especial entonces es que no tenéis que estar aquí. Ésa debe ser nuestra filosofía. Nosotros no tenemos que buscar la motivación para jugar. Nosotros tenemos que hacer que la gente que nos ve se motive para jugar al balonmano. Es diferente. Y si no lo entendemos así es que no sabemos para qué somos útiles. No hacemos pan, no arreglamos coches... Nosotros generamos ilusión. Nadie nos tiene que convencer de que lo que hacemos es importante. Con nuestro trabajo tenemos que demostrar a los demás que quieren hacer lo mismo que nosotros. Por eso siempre digo que el primer entrenador de un jugador es el propio jugador”.