¿Quién fue el primer brasileño de la historia del Barça?

¿Quién fue el primer brasileño de la historia del Barça?

Vitor Roque es el último en llegar, pero antes ha habido muchos brasileños que han defendido los colores del Barça. Descubrimos la historia de Lucidio da Silva 'Cabeçao', el primero en hacerlo en un partido oficial

Ronaldinho, Romário, Neymar, Rivaldo, Ronaldo... o Vitor Roque. La tradición de futbolistas brasileños que han vestido la camiseta del FC Barcelona es larguísima, y ahora se le añade una línea más con la llegada del ya exdelantero del Athletico Paranaense. El joven futbolista de sólo 18 años será el 47º jugador de Brasil que luzca los colores azulgranas, y más allá de los grandes nombres que inician este texto, donde están Balones de Oro, Champions Leagues y una larga retahíla de exhibiciones como culers, siempre debe haber alguien que abra el camino.

En cuanto a los brasileños de la historia del Barça, hubo un par de pioneros en la década de los 30, Fausto dos Santos y Jaguaré Becerra, pero debido a la normativa vigente en esa época, tan sólo pudieron jugar partidos amistosos, pero el primero en defender los colores azulgranas en un partido oficial fue Lucidio Batista da Silva, y en su historia nos centramos, porque vale la pena hacerlo.

Lucidio Batista da Silva
Lucidio Batista da Silva

Una de las pocas imágenes que se tienen del primer brasileño en jugar un partido oficial con el Barça

Nacido en Río de Janeiro el 25 de noviembre de 1922, aterrizó en Barcelona en 1947, cuando ya había goleado con Palmeiras y con Peñarol de Montevideo, donde ya era conocido bajo el apodo de Cabeção. En la capital uruguaya coincidió con el entrenador Enrique Fernández, que estuvo tres años (1947-1950) en el banquillo culer y fue quien se lo llevó a Can Barça, para que hiciera historia como el primer brasileño en disputar partidos oficiales con el Club.

Como reza el tópico del buen brasileño, Da Silva era un delantero que destacaba por su talento natural y por su gran técnica, pero según recogían los testigos de la época, su gran talento no iba acompañado de un gran sacrificio, y en su única temporada en Barcelona, aprovechó al máximo todo lo que una gran ciudad como esta tenía para ofrecerle. Sin embargo, sería demasiado reduccionista decir que por ese motivo no triunfó de azulgrana.

Disputó un total de 21 partidos y marcó 10 goles, aunque sólo tres de esos partidos y un gol fueron oficiales, poniendo su granito de arena para acabar ganando el título de Liga. Para su mala suerte, tenía por delante la alargadísima sombra de uno de los futbolistas más voraces que nunca han jugado de azulgrana, César Rodríguez, que aún ostenta el honor de ser, con 232 dianas, el segundo máximo goleador de la historia del FC Barcelona.

Todo ello propició la salida de Da Silva sólo un año más tarde de su llegada de camino al Oporto, poco antes de regresar efímeramente a Palmeiras, y colgar las botas en 1949, con sólo 27 años. La peculiaridad de su carrera le acompañó en su vida posterior. Se conoce que fue agente de la policía de la brigada de costumbres y espectáculos en São Paulo, la localidad que le vio morir el 4 de agosto del 2005, sólo medio año después del nacimiento de Vitor Roque, el 28 de febrero del mismo año en Timóteo, a menos de 800km.

Força Barça
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