Una raza especial, las peñas del Palau

Una raza especial, las peñas del Palau

Repasamos las peñas que están presentes en el Palau Blaugrana para reconocer su esfuerzo, espíritu y coraje

Más de 7.500 espectadores. Casi 50 años de historia. Un escenario olímpico. El Palau Blaugrana es una de las instalaciones más significativas del universo barcelonista. En entre sus gradas y asientos donde nace la magia gracias a la peculiar arquitectura del recinto que, diseñado por los arquitectos Francesc Cavaller y Josep Soteras con una gran cúpula de hormigón armado que actúa como verdadera caja de resonancia, ayuda a crear el fervoroso ambiente que tanto respeto produce a los contrincantes del Barça. Pero también es gracias al papel que juegan las peñas de animación, alma y latido de los éxitos de los equipos gracias a su apoyo, constancia, pasión y espíritu hasta en los momentos más complicados.

Así nacieron las peñas que están presentes en el Palau Blaugrana:

Sang Culé Cor Català, Barça y país

Sang Culé Cor Català, la primera peña que apareció en el entorno del Palau Blaugrana, nació el 6 de enero de 1991 impulsada por un grupo de jóvenes barcelonistas fuertemente comprometidos con los colores blaugrana. Amantes de las secciones pero también del futbol, la entidad fue creada en el transcurso de un Barça-Logroñés en el Camp Nou. Oficializada en el año 2001, su nombre responde al compromiso con las tradiciones y la sociedad catalana: “Pertenecer a Sang Culé Cor Català es una forma de vida. Luchamos con nuestra arma, la animación, contra la intolerancia, la xenofobia, el racismo, el machismo y la violencia. El deporte es la mejor manera de manifestar nuestras convicciones sociales”, asegura Mònica Roca, miembro histórico y secretaria de la peña.

Meritxell, casi 400 desplazamientos

Con el baloncesto rugiendo por las venas, la noche del 24 de abril de 1997 vio la luz la Peña Blaugrana de Baloncesto Meritxell, tan solo unas horas después de que el Barça fracasara por sexta vez en una Final Four. Los hombres de Aíto perdieron el partido decisivo contra el Olympiacos (73-58) en Roma y, al abandonar el PalaLottomatica, a pesar de no tener mucha hambre, una decena de aficionados barcelonistas fueron a cenar en un restaurante romano. Ahí mismo, mientras olvidaban sus penas, decidieron crear la peña que fue presidida en primera instancia por Rafael Porta.

El Racó, cuando la ubicación se vuelve nombre

El 21 de noviembre de 1998 nació la más joven de las peñas blaugrana del Palau, la PB El Racó. Ocho aficionados al baloncesto que normalmente veían los partidos del Barça en el rincón inferior derecho del Palau Blaugrana –justo detrás de los comentaristas de TV3– decidieron constituir una peña. A la hora de buscar un nombre par la entidad recién creada, la mayoría se decantó por “Racó” (“rincón” en catalán), en honor a su ubicación. Poco después, la peña gestionó los trámites para oficializarla e incluso organizaron un concurso entre los primeros socios para escoger el escudo. Ganó uno que combina los colores blaugrana con una pelota de baloncesto y el rincón del Palau que ocupan estos fieles peñistas.

Força Barça
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