La goleada en la final del Mundial de Clubes, en cinco claves

La goleada en la final del Mundial de Clubes, en cinco claves

El desequilibrio de Messi, el instinto goleador de Suárez y el regreso del tridente han sido hechos determinantes para que el Barça se haya proclamado campeón del mundo por tercera vez en su historia

La superación de la presión inicial de River: El partido ha comenzado con una línea de presión muy alta por parte de los argentinos que ha dificultado el control del juego azulgrana en los primeros compases del encuentro, que además, tenían que ir esquivando las entradas duras de jugadores como Ponzio y Mercado. Pero el equipo ha sabido encontrar los espacios adecuados para perforar las líneas de presión argentina y generar peligro sobre el área de Barovero.

El desequilibrio de Messi: Después de perderse el partido de semifinales contra el Guangzhou Evergrande por culpa de un cólico nefrítico, el argentino se ha exhibido sobre el césped del Yokohama Stadium con un repertorio de jugadas y regates imposibles que han llevado de cabeza a la defensa del club millonario. El '10' del Barça ha sido el encargado de abrir el marcador en la primera mitad y ha intervenido en los otros dos goles del equipo. Con el gol marcado contra River Plate, el argentino se convierte en el máximo goleador histórico de los Mundiales de Clubes con cinco goles, empatado con César Delgado de Monterrey y Luis Suárez. Además, su actuación en la final ha sido premiada con el Balón de Plata del torneo.

El instinto goleador de Suárez: El delantero uruguayo es un auténtico depredador del área. Y es que después de hacer un hat-trick contra el Guangzhou en las semifinales, el uruguayo ha vuelto a demostrar su poder goleador marcando dos goles más en la final contra River y ha liquidado todas las esperanzas argentinas de remontada. El '9' azulgrana ha marcado cinco goles de los seis que el Barça ha hecho en este Mundial de Clubes y también se sitúa con Messi y Delgado como máximos goleadores históricos. Por este motivo, ha sido elegido sin lugar a dudas premiado con el Balón de Oro del campeonato.

El regreso del tridente: Una vez superado el cólico nefrítico de Messi y la lesión en el aductor de la pierna derecha de Neymar Jr, Luis Enrique ha podido incluirles en el once inical. Y es que en cuando Messi, Suárez y Neymar Jr coinciden sobre el césped el FC Barcelona coge otra dimensión. Los tres delanteros se han buscado constantemente como hacen habitualmente y sus transiciones en zona de ataque han sido imposibles de detener por la defensa argentina. Aunque Neymar Jr no ha podido marcar ha realizado la asistencia en el tercer gol culé que ha marcado Suárez.

La pausa del medio del campo y la seguridad defensiva: Busquets, Rakitic y Andrés Iniesta han sido piezas claves para que el equipo tuviera la calma necesaria para construir el juego y no precipitarse en algunas acciones del partido, sobre todo en el inicio de la final. Por parte defensiva, tanto los centrales Piqué y Mascherano como Jordi Alba y Alves han estado concentrados en las pocas llegadas de los de Marcelo Gallardo, que cuando han podido rematar se han encontrado con un espectacular Claudio Bravo que ha evitado sus ocasiones con grandes paradas .

Força Barça
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