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Cinco primeras conclusiones del Best Goal Ever

Una vez llegados al ecuador de la primera ronda, es el momento de hacer balance de las primeras eliminatorias

El Best Goal Ever, el concurso puesto en marcha a finales del 2018 para decidir el mejor gol de la historia del Barça, ha llegado al ecuador de la primera ronda. Un total de 16 goles ya tienen garantizada su plaza en la segunda ronda, mientras que otras 32 arrancan a partir de este viernes sus eliminatorias para estar allí también.

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Mientras tanto, podemos extraer ya las primeras cinco conclusiones de la competición:

1- Messi no falla ...

Cinco de cinco. El crack argentino suma un pleno de eliminatorias ganadas en este inicio de concurso. Sus cinco goles que ya han entrado en competición han superado con una clara ventaja rivales como Romario, Neymar Jr, Krankl y Overmars. Sólo Guardiola pudo plantarle algo de cara, sumando el 36% de sus votos. Y aún quedan goles de Messi para entrar en competición...

2- ... y Ronaldinho tampoco

Ronaldinho es el otro crack que suma más eliminatorias ganadas. Tres de tres. Sus goles han dejado fuera de competición jugadores de la calidad de Kluivert, Maradona y Villa...

3- ¿Igualdad? ¡No siempre!

La eliminatoria del 28 de diciembre entre dos goles de Ronald Koeman y Samuel Eto'o -en diferentes finales de Champions- ha sido hasta ahora la más igualada de las 16 disputadas. Se la llevó el héroe holandés en Wembley con un resultado ajustado (53% de los votos).

4- ¿Pasado o presente? Pues depende ...

Una conclusión rápida sería: los goles de los cracks actuales se clasifican siempre que se enfrentan contra goles más antiguos. ¿Pero es realmente cierta esta afirmación? Si nos fijamos únicamente en los goles de Messi clasificados de Messi, sí. Pero ha habido otras eliminatorias en que esto no ha sido así: Koeman superó Suárez, Rexach eliminó a Pizzi, Cruyff tumbó a Bakero...

5- ¿Goles importantes o goles estéticamente impecables?

De momento aquí la respuesta es clara: se imponen los goles visualmente más atractivos. El ejemplo más claro lo encontramos en la eliminatoria del 30 de diciembre, en el que un golazo de Alves al Madrid, en un duelo de cuartos de Copa, se impuso al de Juliano Belletti en la final de Champions del 2006. Seguramente no es tan bonito como el de Alves, pero valió una Champions...

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