“Hicimos el primer mosaico fuera del Camp Nou”

“Hicimos el primer mosaico fuera del Camp Nou”

Testimonial 4: Marc Ferrer, de la Penya Almogàvers, nos explica cómo vivió la final de Wembley ‘92

"Para la Penya Almogàvers, Wembley tiene un recuerdo muy especial. Fue la primera final de la Copa de Europa en la que nos desplazábamos como peña pero también fue la primera vez que realizamos un mosaico fuera del Camp Nou.

El grueso de la peña viajó a Londres en autocar el día antes del partido, mientras que los responsables de organizar el mosaico tenían que salir en avión el mismo día 20. Por poco y no lo pueden hacer porque el aeropuerto de El Prat se había convertido en un auténtico caos. Pero cambiaron el vuelo con otros culés que entendieron la situación.

Para amenizar el viaje de 24 horas en autocar, se repartió un cassette con canciones de animación que se cantaban en aquella época y que también contenía mensajes de los jugadores y de Johan Cruyff. Las canciones se habían grabado días antes en el Palau Blaugrana con los otros grupos de animación y el objetivo de los casetes, que se vendieron a 100 pesetas, era que los aficionados se aprendieran antes del partido las canciones que los grupos cantaban en el estadio. Entre ellas se popularizó el “¡olele olala ser del Barça és, el millor que hi ha!”.

Durante el mediodía del día 20, una cincuentena de almogàvers preparó el mosaico de 22.500 cartulinas con la inscripción "Força Barça" y los colores azulgrana y los de la bandera. Cuando se abrieron las puertas del estadio, un par de horas antes del partido, entramos el resto de miembros para comenzar con la animación. Algunos eran de la "colla castellera Minyons de Terrassa" y fueron ovacionados por el resto de la afición cuando hicieron dos pilares de tres con la bandera del Barça y una estelada.

Desde el inicio del partido animamos sin parar a pesar de los problemas con la policía inglesa, que no quería que hubiera nadie de pie animando y expulsaba del estadio al que no quisiera obedecer. Durante la media parte, sin embargo, los miembros de Almogàvers y de los otros grupos de animación pasaron la consigna que, al inicio de la segunda parte, todos los miembros de la afición tenían que ponerse de pie y animar. La policía no tuvo más remedio que aceptar la realidad.

La felicidad completa llegó en el minuto 111, con el gol de Koeman: todo el mundo abrazándose con amigos y desconocidos, llorando, gritando. Fue la máxima alegría, el orgasmo culé, el delirio azulgrana, la pasión desenfrenada. Al finalizar el partido la fiesta continuó. Entre  la euforia y el cansancio nos olvidamos prácticamente todas las banderas que habíamos llevado. Pero lo que nos quedó para siempre es haber vivido en directo la primera copa de Europa de la historia y haber escrito una página en la historia de la animación".

Marc Ferrer, Penya Almogàvers

Força Barça
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