Andreas Christensen ya ha dejado atrás las lesiones del curso pasado y ahora afronta su cuarta temporada en el Barça con toda la ambición del mundo. A nivel personal y, por supuesto, a nivel grupal, donde la máxima ilusión vuelve a ser la Champions.

El ambientazo en St James' Park

En la previa del primer duelo europeo del curso, el danés, conocedor de los ambientes del fútbol inglés que disfrutó como local y como visitante con el Chelsea, ha advertido que el de Newcastle "es de los mejores que he vivido. Tenemos que estar preparados para eso, porque será una gran parte del partido."

No obstante, ha intentado restarle importancia: "No debemos pensar en ello. Es un estadio difícil y tendremos que mantener la calma. Tenemos que hacer nuestro juego", ha asegurado. Sobre su perspectiva, el central ha valorado esta temporada que tiene por delante, olvidando el curso pasado, y ha reivindicado que físicamente se siente "muy bien y los fisios están trabajando muy bien conmigo. Haber vuelto en buena forma es importante y estoy preparado para trabajar y luchar."

Más que preparado

Porque es plenamente consciente de la competencia existente en la posición, pero, al mismo tiempo, la salida de Iñigo abre más el abanico de posibilidades. Christensen, sencillo como siempre y jugador de equipo, ha asegurado que "todos estamos jugando bien y tenemos que estar preparados para cuando el entrenador nos necesite."

La Champions, un objetivo

Y, si los necesita en la Champions, la espina de la temporada pasada, todavía tienen que estarlo más, porque "cada temporada es especial en la Champions." Además, "el año pasado casi llegamos a la final, y la gente tiene mucha hambre de conseguirlo. Es un objetivo que tenemos, porque nos dolió." Porque este equipo lo quiere todo, y el primer paso hay que darlo en St James' Park.

Más noticias aquí