Hoy se cumple el centenario de uno de los episodios más significativos de la historia del FC Barcelona en el primer tercio del siglo pasado: el homenaje que se le dedicó a Joan Gamper en el estadio de Les Corts. El domingo 25 de febrero de 1923 el fundador del Barça fue el protagonista de una jornada cargada de emotividad, organizada por el mundo del deporte y la sociedad civil de entonces, para poner en valor su contribución social a través del impulso de la actividad deportiva. “Hoy, gracias al esfuerzo de Gamper que predicó deportes 'urbi et orbi', nuestro pueblo bulle y vive. No es sólo por el deporte material, no; es que a los sentimientos deportivos se han unido los sentimientos populares y, gracias al deporte, en todo momento sentimos entusiasmos como nunca por nada los hubiéramos sentido”, se podía leer, con la pomposa retórica de la época, en la edición del 26 de febrero de El Mundo Deportivo.

El acto, que tuvo como principal reclamo un partido entre el Barça y un combinado de futbolistas catalanes, se celebró cuando el Club, que ya contaba con 6.341 socios, acababa de entrar en la que sería su primera época de oro, consolidándose deportiva y socialmente. El estadio de Les Corts, con una capacidad para 22.000 espectadores, récord en la época, se había estrenado unos meses antes, el 20 de mayo de 1922, evidenciando la fuerza del proyecto azulgrana, que no tardaría en crecer exponencialmente en número de socios. Por todo ello, aunque en el ámbito deportivo el adiós de Ricardo Zamora, la ausencia de Sancho y la poca presencia de Paulino Alcántara hicieron que la temporada 1922/23 acabara sin títulos, se puede pensar que Barça y Joan Gamper pasaban un buen momento cuando éste recibió el lucido homenaje de febrero de 1923.

De hecho, el 29 de junio de ese año, el fundador cerró su cuarta etapa como presidente habiendo consolidado la economía del Club, que estaba a las puertas de celebrar sus primeros 25 años de vida. Le sucedió Enric Cardona, que sólo permanecería allí un año: Gamper volvería a la presidencia, en su quinto y último mandato, el 1 de junio de 1924.

Todos menos el Europa y el Espanyol

En la fiesta del 25 de febrero de 1923 en Les Corts participaron todos los clubes de fútbol catalanes excepto el Europa y el Espanyol. En el caso de los blanquiazules, la sorpresa habría sido su presencia, dada la fuerte rivalidad que ya entonces había entre culés y pericos. En cuanto a los escapulados, en ese momento saltaban chispas en la lucha que mantenían con el Barça por el Campeonato de Catalunya. De hecho, una semana antes, el 18 de febrero, debía haberse disputado un decisivo Europa-Barça, pero el gobernador civil de Barcelona suspendió el partido “en previsión de los incidentes y alteraciones del orden público que pudieran ocurrir” .

En cambio, el Real Madrid, un club que gozaba entonces de una excelente relación con el FC Barcelona, no tuvo ningún problema en asistir al homenaje a Gamper. Como prueba, se puede leer esta sentida dedicatoria en uno de los álbumes de recuerdo del acto: "El Real Madrid Foot Ball Club, al entusiasta deportista don Juan Gamper, en prueba de admiración y sincero afecto". Para sorpresa mayor, uno de los bajo-firmantes del texto era el entonces jugador madridista Santiago Bernabéu.

Crónica del homenaje

A las tres de la tarde de aquel 25 de febrero, las gradas de Les Corts estaban atestadas. Ya lo estaban, de hecho, desde un buen rato antes de que empezara la fiesta, que arrancó cuando, bajo la dirección del eminente compositor Joan Lamote de Grignon, la banda Municipal de Barcelona interpretó diferentes piezas, la última de las cuales fue 'FC Barcelona. Segunda marcha catalana”, del propio director. Se descubrieron un busto dedicado a Gamper, obra del escultor Josep Llimona, y una placa conmemorativa de la inauguración del campo de Les Corts, y las voces del Orfeó Gracienc protagonizaron una actuación sobre el césped que culminó con el 'Himno del FC Barcelona', el segundo de la historia después del de 1910, con letra de Rafael Folch y música de Enric Morera.

Gamper apareció en el terreno de juego, provocando la mayor ovación de la tarde, acompañando la salida de los jugadores del Barça y junto a Ramon Bruguera, el portero azulgrana que se recuperaba de una grave lesión. Visiblemente emocionado, el suizo agradeció en una breve alocución el homenaje que estaba recibiendo e hizo el saque de honor. El árbitro del partido fue el ex jugador del Club Roman Forns, auxiliado en las bandas por Enric Ducay y Otto Maier, dos de los asistentes a la reunión fundacional del FC Barcelona, el 29 de noviembre de 1899.

El once azulgrana lo formaron Pascual, Planas, Surroca, Torralba, Blanco, Samitier, Piera, Martínez, Gracia, Alcántara y Sagi-Barba. Mientras que por el combinado de Catalunya jugaron Bota (España), Cabedo (CS Sabadell), Walter (Figueres), Roca (Avenc), Sancho (Sants), Mauricio (Badalona), Rediu (Terrassa), Homs (Manresa), Mauri (Júpiter), Barrachina (Martinenc) y Galofré (Athletic de Sabadell). Ganó al Barça por 2-1, después de dos goles de Gràcia y uno de Barrachina, en un duelo que, según la crónica de El Mundo Deportivo, no fue fácil para el equipo que entrenaba Jack Greenwell: “Dentro de los caracteres amistosos del partido la lucha fue reñida y, aunque la mayor cohesión del Barcelona impuso la victoria, ésta no fue obtenida sin dificultad”.

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