18:45 horas de la noche. Camp Nou. El FC Barcelona y el Nápoles ya estaban a punto de iniciar el partido de ida de la eliminatoria del play-off de la Europa League. Y entonces ocurrió esto:

 

Justo antes del pitido inicial del árbitro, los 22 futbolistas se unieron para condenar el racismo.

Así, con un gesto ya muy simbólico, los jugadores que estaban sobre el césped apoyaron una rodilla sobre el campo. Un grito unánime en contra de las actitudes racistas.

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