El Barça torna a quedar-se amb la mel als llavis

Gran jornada de rugby la vivida ayer en Valladolid, sede de las dos semifinales de la Copa del rey. Tras la sorprendente victoria del Alcobendas ante uno de los equipos locales, el VRAC Quesos Entrepinares, el Barça buscaba dar la segunda campanada para que se repitiera la final del año pasado.

El partido comenzaba de la mejor manera posible para el conjunto catalán: ensayo de Pablo Ortiz que aprovechaba un balón al espacio y que plantaba en la zona de marca tras superar por velocidad a su defensor (0-5).

Los azulgrana, que desperdiciaron varias ocasiones dentro de la 22 local, vieron como el Silverstorm El Salvador daba la vuelta al marcador con dos marcas que dejaban el 12-5 en el electrónico. Antes del descanso, Bautista Güemes acortaba la diferencia con un golpe de castigo en la última acción del primer tiempo (12-8).

Hasta el final

En la reanudación, el Barça volvería a ser mucho más valiente que el Chami, que sólo buscaba aprovechar la superioridad física. Los azulgrana se volvían a poner al frente gracias a la marca de Artiom Kovalenko que, sumada a la transformación de Güemes, situaban el 12-15 en el marcador.

Sin embargo, siete minutos más tarde, los locales volvían a pasar por delante con dos marcas (24-15). Los culés no desfallecieron y en el minuto 72 Franco Velarde rompía la línea defensiva para dejar al Barça a sólo cuatro puntos (24-20).

Ya en el último minuto del partido, los locales hicieron notar el esfuerzo de un Barça que vio una amarilla minutos antes. Tras un "maul" del Salvador llegó la sentencia en forma de marca (31- 20).

A pensar en la liga

A pesar del gran partido, la derrota deja al Barça fuera de la final de Zamora. Ahora, los azulgrana se centrarán en la segunda vuelta de la liga, después de que los culés hayan cerrado en 2019 con cuatro victorias, tres empates y 4 puntos de bonificación en esta competición. Ahora mismo, los de Sergi Guerrero son séptimos con 26 puntos.